Ser-profissional-de-enfermagem-que-cuida da criança que tem doença oncológica avançada que não responde mais aos tratamentos curativos

Detalhes bibliográficos
Ano de defesa: 2011
Autor(a) principal: Mutti, Cintia Flôres
Orientador(a): Não Informado pela instituição
Banca de defesa: Não Informado pela instituição
Tipo de documento: Dissertação
Tipo de acesso: Acesso aberto
Idioma: por
Instituição de defesa: Universidade Federal de Santa Maria
BR
Enfermagem
UFSM
Programa de Pós-Graduação em Enfermagem
Programa de Pós-Graduação: Não Informado pela instituição
Departamento: Não Informado pela instituição
País: Não Informado pela instituição
Palavras-chave em Português:
Link de acesso: http://repositorio.ufsm.br/handle/1/7386
Resumo: Se tuvo como objetivo comprender el significado para el equipo de enfermería de cuidar de niños que tienen enfermedad oncológica avanzada que no responde más a los tratamientos curativos. Investigación de naturaleza cualitativa, con abordaje fenomenológico y referencial teórico-filosófico-metodológico de Martín Heidegger. Etapa de campo desarrollada en el período de diciembre/2010 a marzo/2011, con profesionales de enfermería en el Hospital Universitario de Santa Maria (HUSM), Rio Grande do Sul, Brasil. Se utilizó la entrevista fenomenológica, a partir de la cuestión orientadora: ¿Cómo se sienten los profesionales de enfermería que vivencian el cuidado al niño que tiene enfermedad oncológica avanzada? Se encerró en el 15ºencuentro empático, cuando logró la suficiencia de significados. La comprensión vaga y mediada apuntó que el cuidar significa apegarse por el tiempo de tratamiento y, por veces, ponerse en el lugar de la madre por, también, ser madre. Buscar amenizar el sufrimiento y el dolor ante las recidivas y dar confort a la familia y al niño, que sufre cuando está en cuidado paliativo. Querer hacer todo que es posible mientras ella está viva y recibir el retorno por su alegría y ganas de vivir. Gustar de lo que hace y aprender a cada día. Tener que estar preparado emocionalmente y separar el trabajo de la vida fuera del hospital. Perder el niño es difícil debido al largo convivio, genera sufrimiento e impotencia, pero necesita aprender. La comprensión interpretativa desveló que el ser-profesional-de-enfermería que cuida del niño que tiene enfermedad oncológica avanzada se reconoció como ser en el mundo con los otros: niño, familia y consigo. Ante de la facticidad de la imposibilidad de cura, se mostró ocupado con las normas y prescripciones de asistencia. Expresó cuidar por medio de la solicitud al considerar posibilidades, límites, demandas y singularidades del otro. Apuntó que ello ocurre a partir de las experiencias y vivencias fundadas en la historicidad, espacialidad y temporalidad. En la facticidad de la pérdida del niño expuso un entendimiento cotidiano de la muerte en dirección a la comprensión del concepto existencial de la finitud como posibilidad más propia del ser humano. Se concluye que el cuidado en oncología pediátrica transciende cuestiones técnicas y rutinas, y demanda competencias para atender a las singularidades y necesidades del niño y de la familia. Los cuidados paliativos configuran un desafío a los profesionales, en la forma de comprender la enfermedad y la imposibilidad de cura. Mientras en la espacialidad del escenario hospitalario las vivencias de cuidado posibilitan aprendizaje de las rutinas y técnicas, en la temporalidad hay la posibilidad de aprender un modo de relacionarse con los niños y familiares ante los desafíos, conquistas y límites en el cotidiano asistencial. Ese cuidado ante la imposibilidad de cura y muerte apunta la necesidad del desarrollo de estrategias de acción multiprofesional entre el equipo que cuida, considerando que también necesita ser cuidado.