Colagem e recepção surrealista em Murilo Mendes e Júlio Cortázar

Detalhes bibliográficos
Ano de defesa: 2010
Autor(a) principal: Pessôa, Bárbara Nayla Piñeiro de Castro
Orientador(a): Não Informado pela instituição
Banca de defesa: Não Informado pela instituição
Tipo de documento: Dissertação
Tipo de acesso: Acesso aberto
Idioma: por
Instituição de defesa: Programa de Pós-graduação em Letras
letras
Programa de Pós-Graduação: Não Informado pela instituição
Departamento: Não Informado pela instituição
País: Não Informado pela instituição
Palavras-chave em Português:
Link de acesso: https://app.uff.br/riuff/handle/1/19045
Resumo: Tanto Murilo Mendes como Júlio Cortázar produjeron tardíamente una série de libros híbridos en los que no sólo la multiplicidad de géneros desconcierta la lectura crítica, sino que la propria escritura engendra textos reacios a la categorización por la creación de un espacio literario en el que la carencia de un discurso regente ofrece un texto múltiple, desplegable, en el cual lo incogruente es un anzuelo para la mirada, volviéndola sensible a lo discontinuo. Debido a la extensión de esta producción y el tiempo dispuesto para la investigación, pretendemos privilegiar aquí las lecturas de Poliedro y La vuelta al día en ochenta mundos, dos libros-collage que nos permiten considerar que, si por un lado los autores pretenden la destrucción de las formas tradicionales de escritura, por otro, instauran un terreno accidentado en el cual las fronteras se diluyen y la fluidez es permanentemente puesta a prueba. Distante de la búsqueda por un rótulo, más bien nos proponemos ingresar a los descaminos que el texto nos apunta, al camaleonismo tan grato a Cortázar y que aquí también se extiende a Murilo que nos traslada a un lugar impreciso en el que el texto permanece irreductible a un enlace conceptual definitivo. Nuestra investigación se justifica en la atención dada a los procesos de agresión empleados contra lo literario y en la simultanea edificación de un espacio literario nuevo. El collage, como arte auto-reflexivo, que se hace en la medida en que desvela sus propios mecanismos de creación, denuncia una crisis del concepto de literatura, corroyendo todas las nociones que la sostienen: la noción de autoría y de propiedad, de géneros como unidades estancos, de libro como unidad contínua y total de la actividad literaria y de la propia literatura como instituición autónoma. Con este objetivo, se vale del apelo a una organización textual que franquea las barreras de unidad y continuidad del texto a través de la simultaneidad espacio-temporal, constituyéndose como obra en proceso y abierta. Estos medios se muestran intrínsecamente ligados a una determinada visión de mundo, la que ve en lo lúdico, en el juego y en lo que es múltiple una tentativa de desvelamiento de una realidad otra y conocimiento fuera de los esquemas de raíz racional. Éste se funda en la apertura al otro que hace con que la trama del texto sólo sea posible si construida en su presencia, tanto más eficaz cuanto más diversa y dispar, y genera lo que Cortázar llama de alianzas fulminantes . Ante la conducta lógica del hombre que delimita la separación entre el sujeto y el mundo, se propone el collage, lugar donde la experiencia ajena es absorbida como propia, en una visión heterogénea de realidad. El alcance máximo del collage, entonces, se lanza a la utopía de vida y arte, la posibilidad de que la mirada se transforme y vea a través de lo real, lo irreal. Esta propuesta, siempre vinculada al surrealismo, conlleva el estudio de las diferentes maneras con las cuales los escritores en cuestión leen el movimiento y interactúan críticamente con éste. Por la doble articulación estético/ideológica pretendemos, por fin, explorar las ideas de um surrealismo como cosmovisión defendidos por Murilo Mendes y Júlio Cortázar, respectivamente, ya que el estudio del collage nos desautoriza a entender la idea de un surrealismo abstrato sin realización estética. Para tanto, problematizamos la cuestión estética surrealista y su supuesta identidad con la escritura automática, teniendo en cuenta los diferentes abordajes que presentan Breton y Aragon sobre su práctica y la cristalización del discurso del primero como discurso oficial del movimiento. Al aproximarnos de la intricada cuestión de lo deliberado/arbitrario dentro del surrealismo, ambicionamos resituar el collage en el centro de su práctica estética. Este debate abre, así, otras puertas, pues pone en tela de juicio tanto la cuestión de la recepción surrealista de los autores como la de la propia crítica especializada.