Vitamina D em longevos, qual o fator mais importante : ingesta alimentar ou exposição solar?

Detalhes bibliográficos
Ano de defesa: 2017
Autor(a) principal: Cabral, Maria Marina Serrão lattes
Orientador(a): Bós, Ângelo José Gonçalves lattes
Banca de defesa: Não Informado pela instituição
Tipo de documento: Tese
Tipo de acesso: Acesso aberto
Idioma: por
Instituição de defesa: Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul
Programa de Pós-Graduação: Programa de Pós-Graduação em Gerontologia Biomédica
Departamento: Escola de Medicina
País: Brasil
Palavras-chave em Português:
Área do conhecimento CNPq:
Link de acesso: http://tede2.pucrs.br/tede2/handle/tede/8825
Resumo: Introducción: Niveles insuficientes de 25 (OH) D se verifican a todas las edades, pero con más frecuencia entre los ancianos. La exposición solar es considerada la principal fuente de vitamina D, las contribuciones dietéticas no deben ser subestimadas. Por eso, este estudio tiene como objetivo describir el estado de la vitamina D y su relación con el color de la piel, el nivel de exposición al sol, la protección UV y la ingesta de alimentos en ancianos longevos. Métodos: Estudio transversal que analizó longevos (n = 69, 87-101 años de edad), acompañados domiciliariamente en Porto Alegre (30ºS) respondieron un cuestionario sobre la cantidad y calidad de la exposición solar. La época del muestreo de sangre, consumo alimentario, características de salud, estilo de vida y datos antropométricos fueron recolectados. Un colorímetro midió cada componente rojo (R), verde (G) y azul (B) del color de la piel y el estado cognitivo de los participantes fue evaluado por el Mini Examen del Estado Mental (MEEM). Los niveles séricos de 25 (OH) D fueron recolectados y clasificados como deficientes (<20ng / mL), insuficientes (entre 20 y 30 ng / mL) y suficientes (> 30ng / mL). Para la predicción de niveles séricos de 25 (OH) D, se utilizaron modelos univariados de regresión lineal. Resultados: La prevalencia de deficiencia e insuficiencia de vitamina D fue de 46,4 y 36,2% respectivamente. Los niveles de discapacidad fueron más prevalentes en mujeres (64%), en los pardos/mulatos (50%, p = 0,095), en los participantes en alto riesgo de enfermedad cardíaca (56%, p = 0,018), sin uso de suplemento (51%, P = 0,072) y con compromiso cognitivo (61%, p = 0,012). Los longevos con niveles suficientes de 25 (OH) D solía practicar actividad física diariamente (p = 0,023), usan factor de protección solar (FPS) 50 y 30 (p = 0,028) y presentaron mayor consumo de leche semidesnatada (p = 0,060), mantequilla (p = 0,022), salmón (p = 0,009) y hongo París (p = 0,093). En el modelo final de regresión lineal permanecieron como predictores positivos en los niveles séricos de 25 (OH) D la actividad física y el FPS. Conclusiones: El consumo de alimentos se mostró más importante en la mejora de los niveles séricos de 25 (OH) D. Además, para niveles adecuados de vitamina , la actividad física debe ser estimulada en este grupo de edad, así como el uso de protector solar.