Detalhes bibliográficos
Ano de defesa: |
2015 |
Autor(a) principal: |
Silva, Heloisa Helena da Cruz Ferreira |
Orientador(a): |
Cardoso, Letícia de Oliveira,
Simões, Taynãna César |
Banca de defesa: |
Não Informado pela instituição |
Tipo de documento: |
Dissertação
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Tipo de acesso: |
Acesso aberto |
Idioma: |
spa |
Instituição de defesa: |
Não Informado pela instituição
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Programa de Pós-Graduação: |
Não Informado pela instituição
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Departamento: |
Não Informado pela instituição
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País: |
Não Informado pela instituição
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Link de acesso: |
https://www.arca.fiocruz.br/handle/icict/13919
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Resumo: |
Objetivo: Describir el consumo de frutas y verduras y su asociación con los factores socioeconómicos, demográficos y de actividad física, buscando explorar cuáles serían los factores que mejor explican el consumo de alimentos saludables individuales y sus diferencias entre las distintas poblaciones de las provincias y regiones argentinas. Metodología: Se analizó la información de 32.915 individuos entrevistados por la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), 2013. El análisis del efecto de las variables individuales y contextuales fue medido a partir de la utilización de un modelo multinivel, construido en tres niveles de análisis: para la conformación del primer nivel se consideró la información relacionada a las características socioeconómicas y demográficas de los individuos seleccionados por la ENFR, como segundo nivel las variables provinciales provenientes de los censos nacionales y de la ENFR y en el tercer nivel las variables agrupadas a nivel de región, disponibles en la ENFR. Resultado: A partir del análisis del modelo final se observa que ser de sexo femenino (OR=1.528 / IC=1.420-1.643), tener más años de edad (OR=1.031 / IC=1.029-1.034), estrato de ingreso superior a 4.501 pesos (OR=1.120 / IC= 1.036-1.210) y nivel de instrucción secundario completo y más (OR= 1.771/ IC=1.589-1.973) se asocia de manera positiva al consumo de frutas y verduras. En contraste, aquellos que presentaban nivel de actividad física moderado o bajo (OR=0,729 / IC=0.665-0.800) y los que estaban separados/as, divorciados/as, viudos/as o solteros/as (OR= 0,590/ IC=0.517- 0.677), se asociaron negativamente con la ingestión de estos alimentos. Conclusión: En este análisis fue posible observar un efecto, aunque pequeño, de la variabilidad explicada a nivel provincial y regional en el consumo de frutas y verduras, a pesar de que las variables socioeconómicas y demográficas provinciales elegidas no tuvieron gran poder explicativo sobre el resultado encontrado. El ejercicio aquí planteado abre una futura línea de investigación que ahondará en los determinantes de esa variabilidad, siendo necesario explorar que variables de nivel 2 y 3, o incluso variables con menor nivel de desagregación (departamental, municipal o barrial), pueden ayudar a recoger características de estos contextos y cuya presencia pueden contribuir a la reducción de la variabilidad de consumo de frutas y verduras no explicada hasta el momento. |